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Historical Flags 1938-1945 (Spain)

Spanish State, Estado Español

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Keywords: spanish state | estado español | coat of arms: quartered (counterquartered) | coat of arms: quartered (castle: yellow) | coat of arms: quartered (lion: red) | coat of arms: supporter (eagle: black) | law |
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[State and War Flag and War Ensign 1938-1945 (Spain)] 2:3
by Luis Miguel Arias
Flag and coat-of-arms adopted 2nd February 1938, abolished 11th October 1945



See also:


Introduction

From 29 August 1936 until 2 February 1938 the Republican coat-of-arms was still official on the rebel side. Only on February 2, 1938, did General Franco introduce a new coat-of-arms, more or less according to the heraldry of the Catholic Kings Ferdinand and Isabel. A picture of that new coat-of-arms was published 10 days later in the official state gazette. The nationalist ministry of war issued an order of 27 July 1938, compelling the Navy to use the new coat-of-arms on their flags (though this order did not show the coat-of-arms nor did it mention any further details).

A coloured flag chart, issued in 1939, but after the war had ended (on April 1, 1939), shows the Navy ensign with the coat-of-arms. A new flag regulation was issued on October 11, 1945, and published one day later, slightly changing the coat-of-arms which is well known.

Emil Dreyer, 6 July 2003


Description

After Franco took over in 1936, in 1938 he used the red-yellow-red in 1:2:1 proportions with the Eagle of St. John behind the (more complicated) shield, the pillars, arrows, yoke, crown, etc. Actually, the pillars were located to the left and right of the eagle's outspread wings. The bunch of arrows and the yoke originally referred to Ysabel (yugo, or yoke) and Ferdinand (flechas, or arrows) the [15th century] Catholic Majesties of Spain.

Nick Artimovich, 16 April 1996

There were three different National flags in the 1938-1981 period with a similar coat-of-arms:

  1. Approved by Decree 2nd February 1938: similar to the 1945-1977 one but with argent (white) instead of red ribbons, open royal crowns on both pillars and an upside down yoke
  2. Approved by Decree 11th October 1945
  3. Approved by Decree 21st January 1977
Some authors (cf. Calvo and Grávalos 1983) add to these a "1940 model", based on a confusing Order dated 30th April 1940 which included mistaken drawings —pillars on the eagle's wings, the eagle holding them instead of the escutcheon— of the 1938 arms.

Santiago Dotor, 27 November 1998


Coat-of-Arms

[Coat-of-Arms 1938-1945 (Spain)]
by Luis Miguel Arias
Coat-of-arms adopted 2nd February 1938, abolished 11th October 1945

The first coat of arms of the Francoist era was adopted in 1938, by a decree dated February 2nd. Previously, Franco's regime had used the Republican coat of arms. Some days later, February 11th, an order of the Ministry of the Interior specified the official design of the coat of arms. This model was in force up to 1945, when a new design was specified.

Luis Miguel Arias, 12 December 2001


Mistaken Variant with simplified coat-of-arms

[Simplified coat-of-arms 1938-1945 _not_ for use on flags (Spain)]
by Luis Miguel Arias

[Reported 1947 flag (Spain)]
From Smith and Taylor 1946-1947

Smith and Taylor 1946-1947 shows Spain with an eagle in the center holding a shield, this being the same as today's for Spain. Since this book was published in 1946-47, either the eagle changed to H. Gresham Carr 1956, or the artwork is wrong in this book (there are several mistakes in it).

Steve Stringfellow, 12 August 1997

The simplified version of the arms adopted in 1938 was only valid for printed documents, rubber seals etc. and was never intended for flags. The Undersecretary of the Navy issued a note on 27th July 1938, published in the Boletín Oficial del Estado no. 28 of 28th July 1938, explaining it:

Subsecretaría de Marina
Escudos
S. E. el Generalísimo Jefe del Estado ha dispuesto que el Escudo de España que debe figurar en las Banderas de los buques de guerra es el que define el artículo segundo del Decreto de 2 de febrero del corriente año (B. O. núm. 470), y cuyo diseño aparece en el Boletín Oficial del Estado número 479, de fecha 12 del mismo mes, no debiendo emplearse el reducido que fija el mismo Boletín Oficial del Estado nada más que para atenciones burocráticas, con arreglo a la Orden del Ministerio del Interior de 11 de febrero, que inserta dicho Boletín Oficial del Estado número 479.

El Contralmirante Subsecretario de Marina,
Manuel Moreu.

The 1977 Decree did include its own simplified version of the arms in some rank flags (eg. minister's, ambassador's etc.).

Luis Miguel Arias, translated by Santiago Dotor, 15 April 2002


Decree of 2nd February 1938

(An unofficial English translation follows the official Spanish text.)

Decreto de 2 de Febrero de 1938 sobre Constitución del Escudo de España, publicado en el Boletín Oficial del Estado del 3 de Febrero de 1938, no. 470:

El blasón de armas emblema del Estado Español ha venido reflejando en su composición las vicisitudes históricas del mismo Estado. Desde que, al unirse en los Reyes Católicos las Coronas de Castilla y de Aragón, se fija un escudo en que se alternan los cuarteles de ambas monarquías, repercuten en sus figuras y en su composición heráldica anexiones territoriales y enlaces dinásticos, pues hasta comienzos del siglo XIX venía a ser el símbolo del poder público las armas privativas y familiares de nuestros reyes. Así, con Felipe I se añaden a los cuarteles españoles los de los Estados de las Casas de Austria y Borgoña; Carlos V adopta la corona imperial y el águila bicéfala, símbolos de su dignidad cesárea; Felipe II agrega las quinas portuguesas que permanecen hasta Carlos II; Felipe V añade el escusón de Borbón-Anjou, propio de su dinastía, y Carlos III los roeles de los Médicis y las lises de los Farnesio.

Cuando en virtud de los cambios políticos del siglo XIX, El Estado Español deja de confundirse con la casa reinante, se usa, como emblema oficial de aquél, el escudo cuartelado de Castilla-León con las lises en el centro y la granada en punta, notoriamente impropio, pues en él quedaban sin representación los antiguos reinos que con la monarquía castellano-leonesa habían venido a integrar la gran España. El Gobierno provisional establecido en 1868 enmendó acertadamente este defecto, fijando como blasón de España un escudo cuartelado con los de Castilla, León, Aragón-Cataluña y Navarra, y "entado" en punta con el de Granada, flanqueado por las columnas de Hércules, con el lema "Plus Ultra". Este escudo de armas fué conservado, con las naturales modificaciones, por la monarquía saboyana, por la primera República, por la restauración borbónica y por la república de 1931.

Al instaurarse, por la gloriosa revolución nacional de 1936 un nuevo Estado, radicalmente distinto en sus esencias de aquel al cual ha venido a sustituir, se hace preciso el que este cambio se refleje en los emblemas nacionales. Espontáneamente, todos cuantas cooperaron al Movimiento Nacional hicieron gala de usar como distintivo el águila que desde Roma viene siendo símbolo de la idea imperial y que figuró en el blasón de España en las épocas más gloriosas de su historia. El haz y el yugo de los Reyes Católicos, cuya adopción como distintivo constituye uno de los grandes aciertos de nuestra Falange, debe figurar en las armas oficiales para indicar cuál debe ser la tónica del Nuevo Estado. Finalmente, ha de fijarse para representar una Patria que resume todo lo sustancial de la Tradición Española un emblema que sea compendio de nuestra historia y que en su belleza refleje la belleza de la España inmortal.

Ningún conjunto heráldico más bello y más puramente español que el que presidió, en el reinado de los Reyes Católicos, la consumación de la reconquista, la fundación de un Estado Fuerte e Imperial, el predominio en Europa de las armas españolas, la unidad religiosa, el descubrimiento de un nuevo mundo, la iniciación de la inmensa obra misional de España, la incorporación de nuestra cultura al Renacimiento. Es el escudo que, repetido por el cincel de Juan Guas en los muros de San Juan de los Reyes, compone el más maravilloso conjunto decorativo que pueda imaginarse, el que aparece en las viejas piedras de Salamanca, de Segovia, de ávila, de Valladolid y de Granada, como testimonio de un momento histórico que se parece a este que ahora vivimos, en lo difícil de la lucha, en el optimismo triunfante, en los anhelos imperiales. El águila que en él figura no es la del Imperio germánico, al cabo exótica en España, sino la del evangelista San Juan, que, al cobijar bajo sus alas las armas españolas, simboliza la adhesión de nuestro Imperio a la verdad católica, defendida tantas veces con sangre de España; en él figuran, además el haz de flechas y el yugo, entonces, como ahora, emblema de unidad y de disciplina. La repetición de los motivos heráldicos, innecesaria, contribuye poderosamente al ritmo y a la armonía del conjunto que se realza con la brillantez de los esmaltes, en que predominan los colores de la bandera nacional.

Son precisas, no obstante, algunas modificaciones. Han de ser suprimidas las armas de Sicilia, que dejó de ser española desde el tratado de Utrecht, y en su lugar deberán figurar las del glorioso reino de Navarra, cuyas cadenas se incorporaron con todo acierto y justicia al emblema del Estado en 1868. También conviene conservar las columnas con el lema "Plus Ultra", que, desde Carlos V viene simbolizando la expansión española de ultramar y el aliento de superación de los navegantes y los conquistadores españoles.

El blasón de esta manera compuesto tiene su lugar apropiado en aquellos sitios en que el emblema nacional pueda representarse en tamaño relativamente grande o dibujado o grabado con primor, pero su complicación excesiva le hace poco a propósito para la representación sumaria, y a veces descuidada, que suele emplearse para las atenciones burocráticas. Por esto parece conveniente admitir, a estos efectos, una simplificación que, conteniendo todos los elementos esenciales del blasón grande, sea más fácil de representar.

En su virtud, a propuesta de Ministro del Interior, y previa deliberación del Gobierno,

DISPONGO:

Artículo 1.º El Escudo de España se constituye con la heráldica de los Reyes Católicos sustituyendo las armas de Sicilia por las del antiguo reino de Navarra, con lo cual se integran los blasones de las agrupaciones de estados medievales que constituyen la España actual.

Artículo 2.º El escudo de España se describirá así:

Cuartelado. El primero y el cuarto, cuartelados también: también primero y cuarto de gules, con un castillo de oro almenado con tres almenas, con tres homenajes o torres con tres almenas cada uno, mamposteado de sable y aclarado de azur; segundo y tercero de plata, con un león rampante de gules coronado de oro, linguado y armado de lo mismo. Segundo y tercero, partidos en pal: el primero de oro, con cuatro palos de gules: el segundo, de gules, con una cadena de oro, de la cual arrancan ocho segmentos que se reunen en el centro en una joya, centrada por una esmeralda.

Entado en punta, de plata, con una granada en su color rajada de gules y tallada y hojada con dos hojas de sinople.

Coronel de ocho florones (visibles cinco).

El todo sobre el águila de San Juan, pasmada, de sable, nimbada de oro, con el pico y las garras de gules: estas armadas de oro. A la derecha de la cola del águila, un yugo de gules, con sus cintas de lo mismo, y a la izquierda un haz de flechas, de gules con sus cintas de lo mismo.

En la divisa las palabras "Una" "Grande", "Libre".

El todo flanqueado por dos columnas de plata sobre ondas de azur, surmontadas por coronas de oro. En la del lado derecho se enrosca una cinta con la palabre "Plus"; en la del lado izquierdo, otra con la palabra "Ultra".

Decree of 2nd February 1938 about the Constitution of the Coat-of-Arms of Spain, published in the Official State Bulletin of 3rd February 1938, no. 470:

The composition of the blazon of arms, emblem of the Spanish State, has reflected the historical events of the State itself. The union of the Crowns of Castile and Aragon under the Catholic Kings fixed a coat of arms in which the quarterings of both monarchies appeared in turn, territorial acquisitions and dynastic links redounded in its figures and heraldic composition, since until the early 19th century the personal and family arms of our kings was the symbol of public power. Thus, the quarterings of the States of the Houses of Austria [Hapsburg] and Burgundy are added with Philip I; Charles V [I of Spain] adopts the imperial crown and the double-headed eagle, symbols of his caesarean dignity; Philip II adds the Portuguese "quinas" which remain until Charles II; Philip V adds the inescutcheon of Bourbon-Anjou of his dinasty, and Charles III the Medici roundels and the Farnese fleurs-de-lys.

When the Spanish State stops being confused with the reigning dynasty, as a consequence of political changes in the 19th century, a escutcheon showing quarterly Castile and Leon with the fleurs-de-lys on its centre and the pomegranate in base is used as official emblem of the State, a notoriously unsuitable choice, since it did not represent the former kingdoms which together with the Castillian-Leonese monarchy had come to integrate the greater Spain. The provisional government established in 1868 appropriately corrected this defect, establishing as blazon of Spain a quartered escutcheon with the arms of Castile, Leon, Aragon-Catalonia and Navarre, and in base Granada, accompanied by the columns of Hercules with the motto "Plus Ultra". This coat-of-arms was kept, with the natural changes, by the Savoyan monarchy [Amadeus I], by the first Republic, by the Bourbon restoration [Alphonse XII and XIII] and the republic of 1931.

As the glorious national revolution of 1936 has established a new State, radically different in its essence to the one it replaces, it is necessary that this change is reflected in the national emblems. Spontaneously, all those who cooperated in the National Movement proudly used as their badge the eagle which symbolises the imperial idea since Rome and which appeared in the Spanish blazon in the most glorious times of its history. The bundle [of arrows] and the yoke of the Catholic Kings, whose adoption as its badge is one of the best decisions of our Falange, must appear in the official arms to indicate which must be the tone of the New State. Finally, a badge which summarises our history and which reflects in its beauty the beauty of immortal Spain must be established to represent a Fatherland which summarises all the substance of Spanish Tradition.

No heraldic set is more beautiful and more purely Spanish than that which presided, during the reign of the Catholic Kings, the finishing of the reconquest, the foundation of a Strong and Imperial State, the predominance of Spanish arms in Europe, the religious unity, the discovery of a new world, the beginning of Spain's immense missionary work, the incorporation of our culture to the Renaissance. It is the coat-of-arms which, repeated by Juan Guas' chisel in the walls of San Juan de los Reyes [church in Toledo], composes the most marvelous decorative ensemble which can be imagined, that which appears in the old stonework of Salamanca, of Segovia, of Ávila, of Valladolid and of Granada, as witness of a historical time similar to the one we are now living, in the troubles of fight, in triumphant optimism, in imperial longings. The eagle which appears in it is not that of the German Empire, in the end strange to Spain, but that of St John the Evangelist, which sheltering the Spanish arms under its wings symbolises the adherence of our Empire to catholic truth, so frequently defended with Spanish blood; in it appear as well the bundle of arrows and the yoke, then and now emblems of unity and discipline. The repetition of heraldic motifs, [though] unnecessary, powerfully contributes to rhythm and harmony of the whole, enhanced with the brightness of the tinctures, among which the colours of the national flag prevail.

Some changes are nevertheless necessary. The arms of Sicily, which stopped being Spanish by the treaty of Utrecht, must be suppressed, replaced with that of the glorious kingdom of Navarre, whose chains were incorporated with good sense and justice to the State's emblem in 1868. It is also appropriate to keep the columns with the "Plus Ultra" motto, which since Charles V has symbolised Spain's overseas expansion and the courage of Spanish seamen and conquerors.

(...)

By virtue of it, at the proposal of the Minister of the Home Office, and following the Government's discussion,

I ORDER:

1st Article: The Coat-of-Arms of Spain is constituted with the heraldry of the Catholic Kings, replacing the arms of Sicily with those of the former kingdom of Navarre, thus integrating the blazons of the groups of medieval states which constitute nowadays Spain.

2nd Article: The coat-of-arms of Spain shall be described thus:

Quarterly, 1. and 4. grand quarters counterquartered, first and fourth Gules a castle triple-turreted each turret with three embattlements Or masoned Sable gate and windows Azure, second and third Argent a lion Gules crowned langued and armed Or, 2. and 3. per pale Or four pallets Gules and Gules on a chain in cross, saltire and orle Or an emerald.

In base Argent a pomegranate Proper seeded Gules slipped with two leaves Vert.

A coronet with eight flowers of which five visible.

The whole on the eagle of St John displayed with wings inverted nimbed Or beaked and membered Gules armed Or, to its dexter and sinister a yoke and a bundle of arrows both with strings all Gules.

The cri-de-guerre "Una Grande Libre" (one great free [nation]).

The whole accompanied by two columns Argent on waves Azure crowned Or, the dexter and sinister column with scrolls reading "Plus" and "Ultra".

Contribution by Luis Miguel Arias, 12 December 2001
translation by Santiago Dotor, 28 April 2004